Presidencia IGND 2023-2025

Buenas noches,

Autoridades del instituto, de la Unión Internacional del Notariado, del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, de los Registros públicos y de las Universidades del país.

Señores Presidentes, Vicepresidentes y miembros de Juntas Directivas anteriores del IGDN

Señores Diputados, Ministros de Estado, Registradores e invitados especiales, estimados miembros activos, honorarios, cooperantes y correspondientes del Instituto, familiares y amigos todos, gracias por dar realce a este acto con su presencia.

Los Notarios, Jorge Vidal Díaz Alvarado, Walter Joel Samayoa Marroquín y quien les habla: Luis Felipe Lepe Monterroso; al tomar hoy posesión de los cargos para los cuales fuimos legalmente electos, quiero a título personal y en nombre de mis colegas nuevos directivos, en primer lugar, agradecer profundamente el honor que se nos confirió con dicha elección, que ahora nos integra junto con los otros miembros de Junta Directiva, a un equipo de trabajo cuya visión y misión fue y sigue siendo: dar cumplimiento a los objetivos que inspiran desde 1971 la tarea del Instituto Guatemalteco de Derecho Notarial, que entre otros está, la formación y superación académica del Notario y Notaria Guatemaltecos. Resulta especial el día de hoy, recibir el cargo de Presidente de Junta Directiva, de la Notaria Lorena Isabel Flores Estrada, con quien años atrás coincidimos en propósitos que hoy se siguen realizando para el fortalecimiento de nuestro instituto.

En segundo lugar, decirles:

  • Que los hechos de la historia no se olviden hoy,
  • Que los actos tengan su efecto,
  • Garantizar que lo escrito es cierto,

Es oficio y mérito de nosotros los Notarios y Notarias, oficio que venimos haciendo desde hace siglos, con toda nuestra ciencia y con lo mejor del conocimiento y medios de cada época. El Notariado es una profesión vital e imprescindible tanto para el desarrollo económico y social de una nación, como para prevenir o solucionar litigios y generar estabilidad en los negocios jurídicos, preservando y promoviendo la paz, concordia y armonía sociales. Felicidades a todos y todas quienes compartimos esta noble e importante profesión que la sociedad nos ha confiado ejercer y que hoy conmemoramos en el “Día Internacional del Notariado”.

En tercer lugar, resultaría importante, hablar de la historia del Notario, su evolución e institucionalización, la cual, hunde sus raíces en las culturas milenarias de la humanidad, aunque formalmente date del siglo XII, cuando este privilegio de clérigos, pasó a ser una actividad ejercida por estudiosos del derecho, que por las calidades y cualidades propias de la profesión, pronto pasaron a constituirse en asesores tanto a reyes, como de hombres libres.

Significaría hablar de descubrimientos, conquista, ocupación o colonización de pueblos, fundación de villas y ciudades, que a través de actos y contratos autorizados por notarios públicos, que permiten hoy conocer el desarrollo económico, social y político de épocas pasada, implicaría de igual manera hablar de la trascendencia que en el siglo XX, el notariado guatemalteco se constituyó en pionero de tramitar y resolver asuntos no contenciosos de jurisdicción voluntaria.

Sin embargo, resulta preciso hablar del presente, y de los sucesos recientes que han afectado a la sociedad guatemalteca, de la cual formamos parte y a la cual debemos responder desde la ciencia del Derecho, dando nuestro aporte a la solución de las grandes problemáticas de nuestro país. La nación reclama el concurso de nosotros, Notarias y Notarios y del Instituto, para la promoción de profesionales, hombres y mujeres, dignos e idóneos para las necesidades más urgidas de la Nación, en especial, reclama un compromiso ético por defender los valores más altos de nuestra Constitución Política de la República de Guatemala, entre otros, el derecho a elegir y ser electo que en la coyuntura actual de nuestro país, es punto de una crisis institucional profunda. Como ya anunciara el filósofo griego Aristóteles:

La excelencia moral es resultado del hábito.                                                        Nos volvemos justos realizando actos de justicia,                                      Templados realizando actos de templanza y                                              Valientes realizando actos de valentía”

Sigo soñando en que nuestro gremio y nuestro instituto, parte de esa reserva moral de nuestra sociedad como lo dijera el colega y escritor Luis Cardoza y Aragón. Nuestra sociedad está experimentando la necesidad de cambios profundos al sector justicia; del cual, Notarias y Notarios, no pueden quedar ajenos y bajo ningún concepto, puede quedar relegado, debe ser con su ejemplo de rectitud en su actuar, luz para quienes acuden a él para guiarlos y darles certeza y seguridad de sus actos y sus bienes.

En consecuencia, les convoco a que tomemos acciones individuales y colectivas, que permitan consolidar hacia futuro, la subsistencia del ejercicio de la función notarial, adecuando el uso de herramientas electrónicas, que faciliten la gestión, dentro de un marco ético, de responsabilidad social, transparencia e interoperabilidad y que sitúe al Notario como el medio y fin, en la promulgación de leyes de orden privativo, a través de los cuales se pone en movimiento la actuación de los diferentes registros e instituciones públicas.

Este compromiso, conlleva retomar los esfuerzos académicos y de incidencia, para dar continuidad a la iniciativa de nuevo “Código de Notariado”; y reestructurar sus normas para que se adecúe a la realidad económica, social, así como a los avances propios de la ciencia y tecnología.

También implica la responsabilidad de revisar y modificar aquellas leyes que guardan íntima relación con el ejercicio de la función notarial, para lo cual, invito a todos nuestros agremiados a proponer y conformar las diferentes comisiones para llevar adelante esta tarea imprescindible.

No podemos y ni debemos quedar indiferentes ante situaciones que afectan al Notariado en general, como el reciente caso ventilado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Steven Hendrix versus Estado de Guatemala, en el cual, se obtuvo una sentencia favorable para el Estado, en buena medida, gracias a la interposición oportuna de sendos escritos amicus curiae, tanto de nuestro instituto como de la Unión Internacional del Notariado. Pero tampoco podemos quedar indiferentes ante situaciones que afecten el ejercicio de la profesión, como actos realizados con poca diligencia, y no digamos, actos de la delincuencia organizada, que sigue intentando vulnerar la certeza y seguridad jurídica contractual, vulnerando derechos de propiedad, la libre contratación y la confianza ciudadana.

De igual manera, propongo que el instituto continúe ejerciendo un liderazgo que convoque a las universidades del país y todas las instituciones (Organismo Judicial, registros públicos, colegio profesional, etc.), para el establecimiento de altos estándares de calidad en la formación académica de Notarios, dejando atrás parámetros de cantidad; puesto que la masificación por sí misma no es mala, lo malo es la débil o deficiente formación de los profesionales del Derecho y el débil o deficiente control de su ejercicio profesional.

Por ello, impulsamos un plan de trabajo que, nos disponemos a ejecutar con éxito. Resulta importante resaltar brevemente, las acciones más importantes que nos hemos propuesto:

1. Proponemos impulsar un nuevo Código de Notariado: sobre la base del texto ya presentado trabajado años anteriores con otros colegas miembros, y canalizar su presentación al Congreso de la República de Guatemala.

2. Proponemos fortalecer al IGDN: En el área financiera, promover la realización de actividades académicas (Seminarios, curso a procuradores notariales, etc.) y en el área jurídica, promoviendo la revisión y adecuación de sus estatutos, que permitan su actualización y entre otros, la inclusión del estudio del derecho registral.

3. Proponemos el impulso del IGND a Nacional e Internacional: Desarrollar Jornadas Académicas hacia el interior del país, debiendo establecer el contacto a través de colegas que ejerzan la función en dichas regiones. Fortalecer las relaciones con la Unión Internacional del Notariado –UIN-.

4. Proponemos impulsar la Responsabilidad Profesional y Ética: Impulsar a nivel nacional la mesa de Dialogo Responsabilidad Social y Ética del Notario, con la participación de las Universidades del País, Colegio Profesional y demás instituciones íntimamente relacionados con el ejercicio de la profesión, como registros públicos, etc. En este esfuerzo, retomar la participación activa de los colegas desde que son estudiantes, por medio de la reactivación del programa de estudiantes voluntarios (Hoy está presente el primer estudiante voluntario).

5. Proponemos impulsar la inclusión del Notariado en el Sector Justicia. Impulsar que el Notariado se integre a la mesa intersectorial para el fortalecimiento y modernización del Sector Justicia, puesto que, con su labor, participa y coadyuva a la resolución de conflictos de manera preventiva, y también ejerciendo la jurisdicción voluntaria, entre otros.

Las concretas pretensiones precedentes, ponen de manifiesto la vertebral importancia que tiene para el porvenir de nuestra nación contar con un notariado competente, intachable, equilibrado y consecuente con esos valores y principios.

El Instituto es un baluarte de la dignidad y el decoro profesional, en donde las Notarias y los Notarios guatemaltecos encontramos insondables manantiales de continuo perfeccionamiento e inspiración profesional. En él, hemos depositado nuestra firme esperanza de que siempre contaremos con una asociación gremial fuerte, sana, decidida, que fomente y esté en la vanguardia de la difusión, fortalecimiento y defensa de los principios que informan en nuestro país al notariado latino.

El reto es grande, implica esfuerzo y trabajo en equipo, lo cual demanda el involucramiento de todos y cada uno los miembros de esta institución, especialmente, del equipo de la actual comisión académica, así como su participación activa en la realización de objetivos comunes que demanda el futuro próximo y que requiere la formación de Notarias y Notarios para el siglo XXI, caso contrario el título de notario, constituirá un mudo recuerdo de una profesión que por la pasividad de sus miembros no pudo sobreponerse a las exigencias y demandas de una sociedad en constante evolución.

Este es el momento de iniciar un nuevo período, el trabajo es arduo y se necesita del apoyo de todos ustedes, invito a cada uno a reflexionar y unirse con nosotros en esta tarea por fortalecer el ejercicio del notariado. Termino recordándoles lo que dijera el escritor Víctor Hugo:

«El futuro tiene muchos nombres.                                                                          Para los débiles es lo inalcanzable.                                                                    Para los temerosos, lo desconocido.                                                                    Para los valientes es la oportunidad”

Muchas gracias por su voto de confianza y por su atención.